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El PSOE y la paradoja lingüística

 

En las universidades catalanas la hegemonía idiomática ha llegado al punto en que, por ejemplo, en los grados de la Universidad Politécnica de Cataluña, el 70% de las clases se imparten en catalán, el 20% en español y el 10% en inglés, provocando la asistencia cada vez menor de estudiantes de otras comunidades por desconocimiento de la lengua cooficial, quedando por tanto estas plazas (de propiedad pública y al mismo nivel de pertenencia para cualquier español) ‘reservadas’ para los catalanes. Lo normal sería que en todas las universidades imperara la igualdad de oportunidades y acogieran a estudiantes de cualquier comunidad, impartiendo casi todas las asignaturas en español. ¿Es normal que una chica almeriense vaya a Gerona para estudiar medicina y tenga que oír las clases en catalán y utilizar apuntes traducidos al español?

Con la restricción lingüística impuesta por el separatismo con la anuencia del PSOE, cualquier estudiante de otras zonas de España está en clara desventaja. La desigualdad, consentida por el seudosocialismo, es evidente. En tal situación, o se tiene la mente privilegiada de nuestra admirada paisana (Pilar N.) o el rendimiento académico estaría lastrado. En cierta ocasión me dijo un vecino suyo que ‘Pilarín’ era capaz de obtener las máximas calificaciones incluso estudiando en catalán, aunque yo dudé de que en tales circunstancias hubiera conseguido encadenar las tropecientas matrículas de honor.

Pese a lo expresado, los universitarios a quienes se restringen sus derechos deberían estar tranquilos, felices y contentos…, pues los 400 euros del Bono Cultural Joven ‘dan para mucho’: cine, ópera, teatro, conciertos, danza, música, videojuegos, etc. Pedro Sánchez, un seudosocialista de libro, no ha movido un solo dedo en su etapa presidencial por eliminar las restricciones lingüísticas, pero, ¡oh albricias!, se ha dado prisa en renovar el ‘chequevoto’ cultural para engatusar a medio millón de jóvenes en pleno año electoral, con la entusiasta colaboración del taimado ministro de Cultura y Deporte.

Es una pena que el autor de Vientos de libertad (Crónica de un sueño. Memoria de la transición democrática en Almería, 1973- 83), el paisano Fernando Martínez, siga sin recuperar el ardor reivindicativo de antaño, cuando nos daba lecciones en el Colegio de Doctores y Licenciados y escribía frases hermosas: ‘Almería empezaba lentamente a despertar al compás de los vientos de libertad que pretendían normalizar una España democrática’. No es normal aceptar la exclusión del español. Es una anormalidad manifiesta. Creo que el amigo Fernando, si lograra liberarse por un momento de la adaptación ideológica que lo ha encumbrado, sería capaz de pedir colaboración urgente para dar a Sánchez e Iceta un buen masculillo y de proponer enjuiciarlos en la Puerta de Purchena. No es normal que miles de estudiantes tengan el acceso restringido en algunas partes de España. Ni que otros miles de profesores estén impedidos para ejercer su derecho de traslado. Esto no pasa en ningún país del mundo. Por añadidura, en todas las oposiciones es necesario acreditar un nivel de catalán que depende del puesto al que se aspira. Esto provoca que las plazas ofertadas también queden de algún modo ‘reservadas’ para los catalanes, mientras que en el resto de España no existe requisito lingüístico para el acceso (no existe examen de lengua española en la gran mayoría de las oposiciones).

Finalmente trataré de aclarar eso de la paradoja lingüística. Los derechos de la mayoría de los españoles están restringidos en el rincón catalán de España, circunstancia que hace trizas el concepto de igualdad y debe hacer reflexionar a los socialistas menos sectarios. El PSOE, al consentir la práctica exclusión del español en Cataluña, impide a los propios socialistas del resto de España ejercer sus derechos, aunque sí podrían ejercerlos con la propuesta lingüística a nivel nacional de… ¡Vox! Vivir para ver. La llamada ultraderecha garantizando a los socialistas derechos obviados por el propio PSOE. ¿Es o no paradójico?

Concluyendo. Recordemos la soledad y el desamparo de aquella familia de Canet de Mar por reclamar el estudio en español. No hubo viento de libertad sino calma chicha: el silencio del PSC y del PSOE fue vergonzoso y muy cobarde. ¿Qué extraño síndrome ha invadido a sindicatos y partidos de la izquierda progresista (¿?) para aceptar con inexplicable mansedumbre la restricción de derechos impuesta por partidos que odian España?

 

José Miguel García Torres

 

Publicado el 27-07-2023

https://www.diariodealmeria.es/opinion/articulos/PSOE-paradoja-linguistica_0_1815118539.html