Lengua y complacencia con el separatismo (y 2)
He aquí las posiciones de los partidos políticos consultados.
Ciudadanos.- Hemos estado, estamos y estaremos en contra de la inmersión lingüística. Defendemos un modelo trilingüe (33% castellano, 33% inglés y 33% catalán en los colegios).
El PSC con sus pactos con el tripartito y el PP con sus pactos con Pujol, son los máximos responsables de que, actualmente, en Cataluña los separatistas impongan su modelo de inmersión lingüística y controlen los medios de comunicación, las universidades y todos los espacios públicos de Cataluña. Por eso nació Ciudadanos, para frenar al nacionalismo ante un PP y PSOE que agachaban, y siguen agachando, la cabeza.
PP.- La cordialidad lingüística es y será sagrada para nuestro partido. El castellano tiene que ser lengua vehicular en el sistema educativo en Cataluña y el Gobierno tiene la responsabilidad de que todos los españoles seamos iguales y nuestros derechos lingüísticos, vivamos donde vivamos, estén garantizados. Desde el PP defendemos el bilingüismo cordial, la convivencia y el respeto porque dos lenguas están para unir, no para dividir, enfrentar o señalar. Seguiremos defendiendo la libertad como hicimos siendo los primeros en recurrir al TC la normativa catalana que anulaba el 25% del castellano en los colegios y cuando gobernemos, con todos los instrumentos del Estado a nuestro alcance revertiremos este sinsentido.
PSOE.- La postura del PSOE de Almería es la que sostiene la portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría: ‘Los datos nos dicen que la inmersión lingüística no supone un problema para dominar el castellano’.
VOX.- Propone poner fin a la inmersión lingüística que utiliza el catalán como método de adoctrinamiento del separatismo y garantizar la libertad de los padres para escolarizar a sus hijos en español. Para ello hay que eliminar las subvenciones a asociaciones que imponen el catalán como lengua única. Acabar con la criminalización de los negocios que rotulan en español mediante la modificación de la Ley de Política Lingüística. El separatismo ha utilizado el catalán como instrumento de adoctrinamiento durante décadas para introducir el odio a España en nuestros jóvenes. El modelo de la inmersión lingüística y de la imposición del catalán ha contado con el beneplácito de los sucesivos gobiernos de PSOE y PP a cambio de apoyos externos en los gobiernos nacionales.
Consideraciones finales:
1) Las centrales sindicales ‘de clase’ (UGT, CCOO, USTEA), están tolerando la existencia de zonas de exclusión donde los derechos de muchas familias son violentados, además de prohibir el derecho de traslado al profesorado de casi toda España. Señores sindicalistas: es obvio que el racismo excluye, pero la imposición lingüística también y esto es algo que deberían combatir. La estrategia de esos sindicatos resulta tan incoherente que ni sus propios afiliados pueden trasladarse a las zonas de exclusión. ¿Qué hay de la igualdad entre los ciudadanos de toda España? ¿Es progresista asumir la imposición excluyente del secesionismo?
2) Creo que la ministra de Educación comete un error de percepción. Pasando por alto la fiabilidad de los datos a los que alude doña Pilar, el problema esencial no es el supuesto dominio del castellano sino la restricción de derechos. ¿Por qué no se puede estudiar en español en todo el territorio? ¿Por qué se restringe la movilidad geográfica de los docentes? ¿A qué viene tanta complacencia con el separatismo?
3) Hace tiempo que la carcoma seudosocialista está corroyendo al PSOE. Recordemos cuando conspicuos miembros del PSC propugnaban el federalismo ‘asimétrico’. Tales ‘peseceros’ eran contrarios a todo lo que supusiera socialismo e igualdad. El PSC se ha manifestado favorable a la inmersión. Los responsables del ‘apartheid’ lingüístico que se está fraguando son aquellos gobernantes que tienen capacidad para actuar pero hacen dejación de sus funciones. La dirigencia actual del PSOE, personificada en Pedro Sánchez, está carcomida y muestra tal apego al poder que, en lugar de gobernar para lograr la plenitud de derechos de todos los ciudadanos, prefiere obviarlos y sostenerse en la caterva de partidos que odian España.
Resumiendo: resulta incomprensible que las agrupaciones políticas y sindicales consideradas progresistas y de izquierdas (¿...?), se comporten como tragaldabas ante la exclusión del español en la enseñanza y sigan bailando como dóciles marionetas al son lingüístico del nacionalseparatismo.
José Miguel García Torres
Publicado el 22 de octubre de 2022
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